17.8.07

nada nada más triste que tus tristes palabras la tarde vacía y las cuarenta revistas repetidas nada más odioso que la lluvia sin lluvia y el día gris y yo callada amarrando los dientes con la lengua presa del pánico vehículo de perderte perderte triste y para siempremente y estaba triste y eufórica de verte triste pero enfrente o de no ver sino la armadura y saber que no soy quien crees quien sí soy pero no sé. me perdía. me perdía en una espiral sin señalamientos y no dejaba de alcanzar el subterraneo escondite del anhelo y otra vez el túnel maldita sea los dos túneles y un extraño resplandor sepia y yo marchándome triste porque sabía que odiabas ese instante.

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