Ese lanzamiento Ese precipitarse hacia tu boca -origen del remordimiento- Ese temblar los ojos a los lados Actuar conforme a tus compases silenciosos Esa vista con el rabillo del ojo para saber si aplaudes Esas cuerdas atando mis dientes con mis dedos y mis piernas Ese llorar hacia adentro con impotencia Esa sonrisa fría y tiesa pálida Esa ternura reprimida que era irreprimible Ese oleaje desde proscenio hasta las butacas Ese variar constante de palabras y ecos Esa mi mano abandonada entre tus muslos. Eso que soy y eso que somos Eso que somos aparte de los que son y no sabemos Ese correr desventurado del tiempo y memoria Ese que eres y no conocemos Ese violento Ese secuestro que haces de telúrico latido La pausa mortal que inventas a mitad del escenario Eso Es lo que eres Eso que eres y nadie sospecha.