lunares rojos vienen a posárseme en la espalda
homenaje triste a los abrazos que no se dieron
y a las palabras enredadas
inofensiva enfermedad
y pensar que estuvimos a sólo un beso de distancia.
húmedas mis pestañas
no han dejado de acariciar la piedra blanca
de la sal
ni yo puedo detener / la constante multiplicación de tus ausencias
mejor matarte lejos
arrancar esta semilla / de raíz
es el tiempo detenido con una espada de esgrima
es la sangre por la boca / y el enemigo de cristal
son todas las palabras que tocaban la memoria
quienes me gritan que te cubrieron de alas y que ya no es hora
de tenerte en cautiverio
por eso el poema es mi último beso
sin arrepentimientos ni música de fondo
sin culpables, en penumbra
No imagino nuestra historia terminando de mejor modo.
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