15.12.08
me dijiste que intentabas escribirme de regreso de la cima, coronada de escaleras y luces en zig zag. pero no recuerdo el nombre de tu muso verdadero, todavía yo estaba en otra parte, huyendo, para no variar. esa y muchas veces olvidé ser sincera y desnudarme. Puede que me haya puesto muda y diferente, que después de esto las incompletas frases amanezcan masacradas, todavía más. Más que no hace falta que celebres mis insultos al azar cotidiano. Tus buenas maneras, tus dobles espacios, tu inapropiada perfección en el momento clave. Y ahora, después de tanto, lo dices así, ligeramente, sin alegorías a mi nombre que ya no vende desde que dejé de ser un comercial. Yo con todas las palabras estancadas en lo que dijiste mejor y antes, con lágrimas en lugar de sangre, enferma de sueño, miel y mentiras que ni yo misma me creo. He de soltarlo todo en la porosidad de las paredes, vomitar esta blancura que me habita sobre escritura de luces y de voces. encontrarte alguna vez, pasajero, pero no reconocerte.
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