No sé si está mal querer dejar de escribir sobre rostros andróginos que marcan tendencia, lo que no contribuye nada a nadie, es como. Como trabajar para el limbo, qué mala suerte. Habiendo tantas cosas qué decir de gente de verdad despierta, viva, consciente. Y no hay conclusión, en realidad, prostituirse es peor que quedarse callado y. Y sin embargo de algo teníamos que comer, de algún lugar debe salir el financiamiento de proyectos más humanos y menos imbéciles. Las maldiciones se pronuncian con las mismas letras que las bendiciones.
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