6.8.08

6, 534 de agosto

Funciona de la misma manera. Supongo que ni siquiera importa, en ningún lado. Es una preparación para una ceremonia que termina en nada. Sigo el orden religiosamente: el cabello, las uñas, la espalda, la cintura. Los dientes y labios. Maquillaje. Ropa, zapatos. Celular en mano me dirijo hacia mi cama, como si en realidad esperara o como si de pronto se me hubieran quitado las ganas. Esas veces siempre siento sueño, incontenible, dominante. El teléfono debajo de la almohada, ya no quiero estar en niguna parte. Siempre lloro antes de dormir. A veces suena, a veces no. Casi todas las veces termino deciendo que no, que mañana. No es miedo ni evasión, es sólo realidad. Y cuando nadie llama, sencillamente no despierto. Funciona igual. Estamos en las mismas condiciones de que alguien venga y nos levante, nos permita cerrar los ojos y hablar despacio, nos lleve a otro lado. Sin embargo casi siempre / el último recurso es la posición fetal en el suelo o en la cama, el nudo en la garganta. Incapaces de gritar. Me da miedo mencionar un día y fijar la fecha. Ese día es hoy y es exactamente igual. Pero despierta.

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