Odio la televisión. Porque nos hizo creer que no éramos felices como éramos. Con todos los peros. Yo lo era. Y no lo sabía. Odio la televisión porque nos recortaba, porque nos sacaba malos ángulos. La odio por estúpida y convenenciera, por vendida. Odio las sonrisas-portada-de-revista. Odio nuestras poses y nuestros vestuarios, tan convencionales. Odio esos colores, esos tamaños. Odio que, cuando estuvimos a solas, se terminó el espectáculo. Odio su vouyerismo. Odio su odio, sus novelas: ZOOM BACK / FADE IN: Felices uno sin el otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario