la diferencia fue que yo no quise nunca borrarme del dibujo, admito cuanta culpa cuantos daños cuantos milagros se me imputan. y con tinta tus barreras, laberintos líneas muecas. la diferencia es que en mí no la veías a ella, y sentía tu arrepentimiento demasiado tarde en el principio de la lengua, reteniendo una palabra ¿crees que te creía que sabías dónde estabas? Siempre fuera del itinerario, siempre cerca espiando y limpiando heridas Siempre sin perderme en los corredores Nunca huyendo Siempre lo contrario. Después de todo Te lo merecías.
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